domingo, 31 de enero de 2016

Ene doce

Ya sabes que siempre estoy rodeado de gente, allá donde vaya, en masa, sin ningún orden establecido, de un lado a otro, sin destino fijo, sin cruzar miradas, sin intercambiar palabras.
Nadie conoce su origen o destino, si sonríen por las mañanas, si lloran por las noches, si son felices en su dia a día, o si están tremendamente deprimidos.
Siempre estoy rodeado de gente, a todas horas, de todas las razas, de todos los idiomas, de todos los mundos.
Nadie sabe donde voy o de donde vengó, si soy tremendamente feliz o no levantó cabeza, si necesitó hablar con alguien o si necesitó una cerveza... Nadie sabe si lo necesitó o te necesitó.
Son muchas las personas que rodean todos los días, pero no son las suficientes para sentirme completo.
Tu siempre faltas en esa ecuación.
En cada momento del día, en todas mis sonrisas, en todas mis lágrimas, en todas mis noches.
Se me hace difícil vivir sin ti, vivir sin saber cual es mi destino, vivir sin sonreír por las mañanas, vivir llorando todas las noches, vivir sin recordar lo que es ser feliz.
Necesitó volver a hablar contigo, a tenerte a mi lado, a mirarte a los ojos, a escuchar esas ocho palabras que solo tu y yo sabemos... Esas ocho palabras con las que, sólo tu, me puedes volver a hacer feliz.
Ya sabes que siempre estoy rodeado de gente, pero si tu no eres esa gente... No soy feliz.

Te seis

Hoy me he despertado con una corazonada, un sentimiento encontrado, algo que no puedo dejar de pensar.
Tengo la sensación de que te he perdido para siempre, de que nunca vas a volver, de que te abandonado de una vez por todas.
No puedo evitar llorar, y lo sabes, al pensar que esto es nuestro punto y final. Nunca me han gustado los finales, nunca me ha gustado alejarme de ti, pero mi corazón me dice que esto ya no tiene vuelta atras.
Estoy en nuestro lugar secreto, en nuestro rincón perdido, Buscándote perdidamente entre la soledad y los recuerdos. Recuerdos que, como siempre, me llevan a ti, a nuestro momento, a mi felicidad.
Y es que todo lo que me rodea te pertenece y tiene un poco de ti, y un mucho de mi, como pequeñas cápsulas de tiempo que me recuerdan que ya no vas a volver a estar a mi lado.
Y es que no puedo como será mi vida sin ti, a mi lado, como desde aquel momento en el que dijimos que sería para siempre.
Soy lo que soy gracias a ti, porque tu me has hecho así, tu me has guiado en mi camino, de la mano, sin perderme. Pero ahora he sido yo quien te ha perdido para siempre.
No quiero pensar en un futuro sin ti, porque nada tendría sentido, ni nada valdria la pena.
Tu me has enseñado lo que es la felicidad, la vida, el amor. Tu me has enseñado que la vida si tiene sentido, pero sólo a tu lado. Tu has hecho más por mi, que yo por ti.
Y esa es la unica razón que ronda mi cabeza, que atormenta mis pensamiento, que da sentido a mis amargas lágrimas.
Se que siempre digo lo mismo, pero hoy más que nunca necesitó escuchar esas ocho palabras de tus labios, saber que nada es verdad, creer que jamás me dejarás.
Pero si tengo que ser realista, se que jamás volverás... La vida es oscura sin ti a mi lado porque tu eres la luz de mi camino, que ahora estará oscuro para siempre.
No se donde estas, ni que pensarás, pero solo rezo al universo porque vuelvas, una última vez y para siempre.

sábado, 30 de enero de 2016

Ce Treinta

Necesitó contarte algo, profundo, es un sentimiento más allá de los pensamiento, algo profundo que sólo tu puedes escuchar.
Hace tiempo que todo esta cambiando, que la ruleta no deja de girar, sin paradas, sin camino, pero que hoy ha decidido descansar.
Hoy es el día D, el día en que todo ha cambiado, en el que empiezan nuevas rutas, con nuevas metas, con un nuevo futuro... Pero no es un sentimiento dulce, es amargo y salado, cargado de recuerdos.
Siempre te digo que no encuentro lo que buscó, que no se donde me encuentro... Que te necesito.
Hace tiempo que deje de pensar eso, que encontré claridad en mi camino, que empecé a ser feliz. Pero todo lo bueno dura muy poco.
Y hoy es ese día, en el que la luz da paso a la oscuridad. Sin despedidas, sin sentimientos, de golpe y sin permiso.
Como siempre, tonto de mi, vuelvo a caer en tu recuerdo, en ti, en la necesidad compulsiva de volver a tenerte junto a mi, como siempre, para siempre.
Odio las despedidas, pero parece que la fortuna no esta de mi lado y siempre me lo pone difícil.
Me gustaría saber que tengo que hacer para volver a ser feliz, como antes de esto, antes de ti, antes de mi. Pero nunca lo sabré, estoy destinado a vivir agridulcemente, sin poder resolver mis conflictos, mis miedos, mi terror a no encontrar a nadie como tu y a no poder volver a estar junto a ti.
Sabes, más que de sobra, que lo eres todo para mi, que todo tenía sentido cuando estaba a tu lado. Pero te fuiste, sin decir adiós, sin saber porque... Y ya no estas.
Ya no hay forma de calmar mis miedos, mis temores. No volvere a escuchar esas palabras de tu boca, de tus labios, eso que puede calmarme, que puede liberarme de una vida sin ti.
Me toca continuar el camino, amargo y oscuro, pero se que siempre vas a estar ahí, a mi lado, junto a mis heridas.
Por favor, acompañame, no tengo fuerzas para volver a caer, porque si caigo, esta vez no voy a poder levantarme, no tengo nada por lo que levantarme.