lunes, 11 de julio de 2011

E.P.S

Mil violines caben en la palma de mi mano.
Pero el llanto es un perro inmenso,
El llanto es un ángel inmenso,
El llanto es un violín inmenso.
Las lágrimas amordazan al viento,
Y no se oye otra cosa que el llanto.
[...........................................]
No te conoce nadie.
No.
Pero yo te canto.
Yo canto para luego
tu perfil y tu gracia.
la madurez insigne
de tu conocimiento.
Tu apetencia de muerte
y el gusto de su boca.
La tristeza que tuvo
tu valiente alegría.
[...............................]
La tarde loca de higuera
y de rumores calientes
cae desmayada en los muslos
heridos de los jinetes.
Y ángeles negros volaban
por el aire de poniente.
Ángeles de largas trenzas
y corazones de aceite.
Federico García Lorca

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