sábado, 3 de octubre de 2015

Jota Trece

Ya sabes porque vuelvo a ti, ahora, en este mismo momento...
Ya lo sabes todo, absolutamente todo, y creó que sobran las palabras, una vez mas.
Hace tiempo que no sobraban tantas cosas, que no me sentía feliz, que no era la persona que soy hoy... que no me reconocía en el espejo.
Por muchos días que pasen, no puedo dejar de sentir eso que me quema por dentro, que me deja sin respiración, que no me deja dormir por las noches... eso que ya sabes.
Agote todas las pastillas, vacie todas las botellas y fume todo lo que tuve para hacer que se fuera, para evitar llegar a ti... pero sigo siendo débil.
Débil como siempre, aunque jamás te lo reconociese, aunque siempre lo supiste.
Llevó días sin dejar de pensar en ti, en mi, en nosotros, en todo.
Ya nada me hace feliz... sólo tu me hacías feliz.
Ya no existe nada de esa felicidad, de esos recuerdos, de esos momentos, de cuando TU fuiste enteramente mío, de cuando yo era enteramente tuyo, de cuando las barreras entre nosotros no existían.
No levantó cabeza, y lo sabes. no puedo evitarlo, pero tu recuerdo se hace fuerte, demasiado, y no puedo dejar de pensar en ti.
Me gustaría ser capaz de pasar página, avanzar en el camino, dejarlo todo y ser yo... pero no quiero dejarte atrás, olvidarme de ti, abandonar tu recuerdo.
Hoy te necesitó aquí, cerca, mirándome a los ojos, pronunciando esas ocho palabras que sólo tu y yo sabemos, haciéndome realmente feliz.
Daria todo por un último abrazo, una última mirada, un último nuevo recuerdo. Daria todo por estar contigo una última vez, sin dudarlo.
Pero mientras tanto, sólo me queda recurrir a ti una última vez, como siempre, intentando volver a sentirme feliz, contigo, pero sin ti.

sábado, 1 de agosto de 2015

Uve Ocho

Y de repente todo es oscuro, inhóspito, desconocido. Mis piernas me llevan por lugares que jamás he recorrido, sitios que no existen en los mapas, recovecos que huelen a incertidumbre.
No quiero, pero sigo, hacia delante, como alguien me enseñó alguna vez.
Siento miradas en mi espalda, en mis pisadas, voces en mi cabeza, destellos en la penumbra... Siento que no es la primera vez que estoy aquí, pero todo es tan confuso que no soy capaz de recordar.
Se descubren luces en mis pasos, estrellas en la senda, alguien al final del camino.
Me paro, respiro, exhalo, cierro los ojos... e imagino.
Suena una voz, en la lejania, que se acerca tímidamente, que me rodea, que me mira a los ojos y me invade todo el cuerpo.
Abro los ojos, miró a mi alrededor, aturdido, intentando dibujar la silueta, su silueta, tu silueta.
Mis pies no responden, pero necesitó acercarme, comprobar que eres tu, tocarte, abrazarte, sentirte... Pero todo se vuelve negro.
Y de repente todo vuelve a ser igual, todo sigue siendo un sueño, todo sigue siendo mi sueño.
Mi sueño de tenerte cerca, de poder verte una última vez, de poder sentirte a mi lado, de saber que no edtoy sólo, de ser feliz por un momento...
Pero es solamente un sueño, uno de tantos que se repiten, donde estamos solos tu y yo, lejos del mundo, siendo feliz, siendo yo.
Porque yo soy el que queda de los dos, el que nunca se ha marchado, el que nunca ha aprendido, el que nunca será feliz.
Y jamás lo podré ser, no por ahora, no si tu no estas junto a mi.

viernes, 31 de julio de 2015

Jota Uno

Hace mucho tiempo que no hablamos, tanto que ya no recuerdo cuando fue la última vez que sentí la necesidad de sentarme a ordenar mis pensamiento.
Nunca te has alejado de mi cabeza, pero he intentado tenerla ocupada para ver si era capaz de diferenciar entre tu y yo.
Pero sabes que soy débil, y siempre vuelvo a ti, en cada momento, a cada hora... Eres la droga que me mantiene vivo.
Pero como todas las drogas, tienes tus desventajas, tu parte adictiva, mi THC.
Aqui me tienes, sentado, como esas tantas veces, delante de ti, detrás de mi, en ese lugar, desnudándome por completo, haciéndome pequeño otra vez.
Llevaba tanto tiempo alejado de ti, que vuelvo a sentir la vergüenza del primer día, ese color rojo en las hendiduras de mi mejilla, ese hormigueo en el estómago... Esa sensación que sólo tu sabes provocarme y que tanto me gusta.
De nuevo, como si fuese la primera vez, me tienes ante ti, dispuesto a todo, intentando reordenar mi mundo, dispuesto a volver a ser yo, pero sigue siendo difícil.
Como siempre, y en tu honor, me enciendo un cigarro, pero esta vez es especial. Es un cigarro sincero y tímido, lleno de pensamientos donde sólo uno prima, uno que sólo tu y yo sabemos.
Pero esto no es suficiente para hacerme feliz, y tu lo sabes. Y yo lo se.
El camino es más difícil de lo que me prometiste, con más obstáculos de los que me enseñaste, pero intento avanzar con un sólo pensamiento: TU.
Antes de ponerme en tus manos, una vez más, sólo te voy a pedir una cosa, simple, sencilla: no me hagas daño, que el camino ya lo hace por ti todos y cada uno de los días de mi vida.