domingo, 31 de enero de 2016

Ene doce

Ya sabes que siempre estoy rodeado de gente, allá donde vaya, en masa, sin ningún orden establecido, de un lado a otro, sin destino fijo, sin cruzar miradas, sin intercambiar palabras.
Nadie conoce su origen o destino, si sonríen por las mañanas, si lloran por las noches, si son felices en su dia a día, o si están tremendamente deprimidos.
Siempre estoy rodeado de gente, a todas horas, de todas las razas, de todos los idiomas, de todos los mundos.
Nadie sabe donde voy o de donde vengó, si soy tremendamente feliz o no levantó cabeza, si necesitó hablar con alguien o si necesitó una cerveza... Nadie sabe si lo necesitó o te necesitó.
Son muchas las personas que rodean todos los días, pero no son las suficientes para sentirme completo.
Tu siempre faltas en esa ecuación.
En cada momento del día, en todas mis sonrisas, en todas mis lágrimas, en todas mis noches.
Se me hace difícil vivir sin ti, vivir sin saber cual es mi destino, vivir sin sonreír por las mañanas, vivir llorando todas las noches, vivir sin recordar lo que es ser feliz.
Necesitó volver a hablar contigo, a tenerte a mi lado, a mirarte a los ojos, a escuchar esas ocho palabras que solo tu y yo sabemos... Esas ocho palabras con las que, sólo tu, me puedes volver a hacer feliz.
Ya sabes que siempre estoy rodeado de gente, pero si tu no eres esa gente... No soy feliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario